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sábado, 23 de junio de 2012

En proceso de desintoxicación

Por lo general, odio los fines de semana por el hecho de que las mayorías de las comidas las hacemos en familia en mi casa, y no tengo muchas posibilidades de evitarlas. El problema es que si como lo que mis padres me ponen en el plato, después digo "listo, ya la cagué, arruiné mi día" y eso es como que me da paso libre para darme un gran atracón a la hora de la merienda que termina en un dolor insoportable de estómago y cabeza y siempre me cuesta muchísimo dormirme. Mía nunca fue una verdadera opción para mí: sólo recurrí a ella tres veces en mi vida y nunca logré limpiarme completamente. Además del hecho de que me cuesta bastante (no sé si por miedosa o qué), siento que estoy siendo cobarde o haciendo "trampa"porque no estoy pagando las consecuencias de haberme traicionado a mí y todo lo que quiero ser. Después de esas tres ocasiones mi sentimiento de culpa fue muchísimo mayor porque no sólo arruiné mi dieta, sino que además quise librarme del castigo que eso implicaba. En fin, no puedo con ella. De todas maneras respeto completamente a quienes sí recurren a Mía. Es más, en varias oportunidades deseé tener la facilidad de limpiarme como muchas de ustedes tienen... 

El otro caso de las comidas familiares es cuando sí puedo saltéarmelas o elegir mi propia comida. Pero en ambos casos tengo que recibir un sermón de dos horas de mis padres porque "otra vez estoy haciendo tonterías con la comida". Las frases del estilo "¿sólo eso vas a comer?", "qué aburridas que son tus comidas Lau", "¿seguro que no te quedás con hambre después?" que hacen siempre mis hermanas me tienen cansada! Ellas no saben lo que tengo que hacer para tratar de asemejarme físicamente a ellas: pueden comer de todo, sin culpa, sin remordimiento, y su bendito metabolismo rápido se encarga de que nunca sufran por su apariencia. Pura envidia. 

Sin embargo hoy fue un sábado en el que pude evitar una pasta frola que preparó mi mamá, pollo asado en el almuerzo y pizza en la cena. Se imaginarán la fuerza de voluntad que hay que tener para resistir a esas tentaciones no... Por suerte, como me la pasé estudiando (hasta en el gimnasio mientras hacía una hora de cardio jaja) me mantuve ocupada y así resultó mi día:

Desayuno: 1 yogurt

Media mañana: 1 pote de gelatina light
Almuerzo: 1 pote de sopa de verduras con fideitos y medio filete de salmón cocinado en el microondas
Merienda: 1 pote de gelatina light
Cena: 1 pote de sopa de verduras con fideitos y la otra mitad del salmón cocinado en el microondas

Un poco monótono, pero bueno, por lo menos la mayoría fue proteína :)
Ahora a seguir estudiando, un beso a todas!

3 comentarios:

  1. hola LAU kerida graciias x tus palabras y x pasar x mi blog... somos 36 chicas hasta el momento, espero k tdas terminen la karrera.. te deceo la Mayor de las SUERTES!!!

    BESOOO

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  2. a mi tbn me pasa lo mismo los domingos! La familia siempre quiere desordenar mi estilo de vida, pero que bien que no caigas :) ya falta poco

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  3. Me pasaba lo mismo., lo malo esque me acostumbré y perdí el control

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