Panza llena...

Ayer mis viejos se re enojaron conmigo: el miércoles mamá había invitado a cenar a una amiga y al parecer yo estaba malhumorada y la hice quedar mal, no fui amable porque no quise compartir con ellos la cena (que en realidad sí lo hice, sólo que no quería comer milanesa de carne frita, gracias, paso, pero para ellos eso ya es "no compartir la cena") y que por eso fui una desagradecida. A ver, después de una semana casi en casa compartiendo cenas y almuerzos sustanciosos, la verdad es que no quería comer de nuevo todos juntos, sólo quería un yogurth, un té y a la cama. Con respecto a mi cara de orto... La verdad es que a veces siento que no soy consciente de ello, porque para mí la saludé bien con una sonrisa y le pregunté un par de cosas respecto a su trabajo... Salvo que se haya notado algún rastro de falsedad en mi cara cosa que ignoro. En fin, de este caso en particular, empezaron a hacer una generalización diciendo que siempre después del trabajo vuelvo de mal humor, que contesto con mala cara, que ya no me quieren bancar más mi "pelotudez" de cenar un yogurth o medio plato de lo que coman los demás, que me voy a enfermar y me van a despedir del trabajo, que me van a hacer analisis de sangre y "si me llega a faltar algo...", que con quién me junto que me hace tan mal y pienso idioteces, que por favor les explique si en verdad creo que por comer una milanesa voy a engordar un kilo, bla bla bla, etc. Claramente me largué a llorar y empecé a hacer un esfuerzo muy grande para no seguir enfrente de mis padres, porque sino la charla nunca se iba a terminar e iban a querer analizar el origen de mis lágrimas. Fue como si hubiese necesitado llorar por mucho tiempo y por eso me costó bastante controlarme, tengo que admitirlo. ¿El resultado? Cena con media taza de sopa con fideos, media milanesa grande frita (ugh) y helado de postre "porque ayer no comí y fui una desconsiderada mal educada por no agradecer el regalo que trajo la visita". Pedí por favor que me sirvieran poquito, pero lo que no saben es que cuando ellos se fueron a dormir , a mí ya se me había prendido el botón de la ansiedad y juro que fue difícil controlarme: fui a buscar más cucharadas de helado (que no llegaron ni a una porción pero igual me hicieron sentir muy mal), cuatro galletitas operas y dos pedacitos de chocolate Lindt. Reconozco que dije "no comiste una mierda hoy Laura, corriste 10km, caminaste rápido 2 horas seguidas y así tenemos 1000kcal quemadas, si querés sacarte la ansiedad aprovechá ahora porque no vas a tocar un dulce en toda la semana que viene". Entonces bueno, una sabe lo fácil que es justificarse, pero odio irme a la cama con la panza llena. El miércoles corrí 8km y me quedaron 300kcal netas. Ayer con todo el ejercicio fueron 267kcal netas, así que bien dentro de todo. Hoy la balanza sólo marcó 100gr más, eso fue lo único bueno. Lo malo es que sigo en 54,3 y no puedo ver el puto 53 y chau soy una vaca gorda.